viernes, enero 13, 2006

Lullaby - Let’s Go To Bed


Dormir atontada y casi inconsciente, a veces es una buena forma para que Lullaby se desconecte, aunque sólo sea por nueve horas o siete o sólo seis. No hay ningún ritual que ella siga para reconocerse en ese pequeño departamento. Ni siquiera ha intentado bailar desnuda mientras sus pechos pequeños apenas son amenazados por la gravedad o ha dejado caer cosas por gusto golpes o sólo ha llenado el espacio con sonidos desagradables sólo por molestar. Quizás silencio. Quizás un buen pedazo de soledad.

Pero claro, el día y el sol que parece quemar los vidrios aparece más pronto de lo que ella quisiera. Entonces sus ropas negras aparecen sólo porque sí; sin motivos góticos o seudosuicidas, aunque los haya, aunque hayan existido cierta noche de verdad. Las nueve de la mañana y Lullaby prefiere seguir con los ojos cerrados casi con presión mientras escucha que todo el mundo se levanta y hace sonar duchas y puertas y timbres y escaleras. Dos horas más de sábanas, un beso inexistente y un puñado de cereales acaramelados esperando dar directo en su boca.

Lullaby ha intentado vivir con otra gente, pero es casi imposible, aunque sea lo más decente para no llegar a fin de mes con plata para sólo una cajetilla de diez. Casi no come, pero no por tacaña, sino porque odia el proceso de ollas, cocimientos, hornos y todo lo que se demore más de tres minutos. Quizás si pudiera alimentarse de yogurts y leches cultivadas toda su vida, sería ideal, pero lo cierto es que Lullaby se aburre demasiado pronto de todo.

Es sábado y le toca un turno horrible en el bar en que trabaja. Moverse de acá para allá, despejar mesas, arrancar botellas, quemarse las manos con ciertos platos, fijarse en cómo se fijan en ella mientras hace todo eso y recoger las propinas que, supone, no serán tan buenas como los jueves o como cualquier sueldo estable que cualquier seudotrabajo le daría. Claro que la ventaja es dormir hasta tarde, no hablar a menos que sea necesario, sacar algo de partido a su extraña estética, hacer tiempo para "algo" y demorarse sólo cinco minutos en volver a su cama en la madrugada. Quizás sólo por un tiempo, se dice Lullaby. Sólo por un tiempo...

7 Comments:

Blogger Ps. Federico Viertel Arze said...

¿Y porque no se suicida Lullaby? O el problema es solamente plata?

Intuyo que a Lullaby no le agrada saberse materialista, y transforma todo en un drama eistencial, cuando se reduce a solo pagar cuentas...¿Que haría Lullaby si tuviera pega y estuviera ganando lo suficente para no tener que atender mesas, comer afuera, y poder divertirse con otros, en horarios humanamente ociosos?

Saludos

5:57 p. m.  
Blogger Unknown said...

Hi llullaby, te leo con pictures of you, en la cabeza, su melodía me ayuda a dibujar tu mirada en la pantalla.
Saludos desde La Paz

12:56 p. m.  
Blogger Julio Suárez Anturi said...

Canción de Cuna merece perecear el sábado.

2:45 p. m.  
Blogger abel said...

estamos en la misma colcha alumbrando de noche el insomnio de la borracha indulgencia, en cuyos alambres se retuerce la melancólica decencia aniquilada por la vomitada desolación de toda existencia.
Ferrara.

6:19 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Quizás sólo por un tiempo....y siempre está allí la navaja aguardando, fría, imperturbable. Siempre está allí como guardiana quieta de esa puerta al vacío.

Lullaby...sugiere sábanas olorosas a ensueños y cuentos con los ojos muy abiertos.

Hay camino que recorrer, chiquilla linda, aún en la soledad del corazoncito eremita. Hay copas que vaciar, canciones que entonar, y manjares que saborear.

Valga esperar, silenciosamente y sin ambiciones. El Tabernero llenará la copa sin avisarte. Si estás cerca alzaré mi copa y brindaré por tí.

Harry Haller

7:47 p. m.  
Blogger gallardo said...

Creí reconocer a la Tamara Acosta en esa foto, estoy bien o mal?
Saludos

10:24 a. m.  
Blogger Juan Jose said...

Lullaby,tus palabras son como un arrullo, una cancion infantil. I see the moon, and the moon sees me. God bless the moon and God bless me.
Un abrazo desde la costa.

12:02 p. m.  

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